Depresión; opciones para rehabilitación

 Depresión; opciones para rehabilitación

La depresión engloba un gran conjunto de situaciones de tipo emocional, social y físico.

Es entonces lógico suponer que una vez que el paciente deprimido ha logrado salir por vez primera de su crisis, tenga gran número de posibilidades de recaer, por lo cual el médico tratante deberá integrarse en un equipo multidisciplinario destinado a lograr una rehabilitación y curación global de la entidad en su paciente.

Palabras clave: depresión, rehabilitación, fototerapia, acupuntura, dieta, sueño, apoyo social

Summary

Depression encompasses a large set of emotional, social and physical situations.

It is then logical to assume that once the depressed patient has managed to leave for the first time of his crisis, have a large number of chances of relapse, so the treating physician must be integrated into a multidisciplinary team to achieve a rehabilitation and global recovery of the entity in your patient.

Keywords: depression, rehabilitation, phototherapy, acupuncture, diet, sleep, social support

Por: Dr. Alberto Armas Ruiz

Universidad Nacional Autónoma de México

Introducción

El manejo integral de la depresión implica una serie de medidas, destinadas en su mayoría a la evolución favorable a corto plazo, que en ocasiones resulta vital.

Sin embargo, la vigilancia posterior del paciente y las medidas de rehabilitación no sólo permiten al paciente mantenerse sano en el campo de su salud mental, sino que además previenen un desenlace sombrío y mejoran su calidad de vida.

A continuación presentamos una serie de medidas destinadas a rehabilitar y encaminar al paciente hacia una vida plena.

El aspecto orgánico

En muchas ocasiones el enfermo deprimido tiende primero a mostrar señales físicas de su estado emocional.

Es común que acuda con su médico quejándose de un ‘cansancio extremo’ o bien solicitando directamente la prescripción de vitaminas que le ayuden a mejorar su fuerza y estado de ánimo.

Una vez identificada la verdadera causa, y habiendo tratado la fase aguda del problema, el médico podrá optar por diversas opciones de rehabilitación, entre las cuales pueden contarse las siguientes.

Fototerapia

Se recomienda en la rehabilitación del trastorno afectivo estacional (SAD), el cual es común sobre todo en regiones donde los inviernos son largos o predominan condiciones climáticas frías o húmedas.

El procedimiento es sencillo y no invasivo. Se practica mejor inmediatamente después de levantarse por la mañana.

El paciente se sienta cerca de un dispositivo en forma de caja que emite una luz brillante (10,000 lux) durante unos 30 minutos, cada día.

Algunas personas refieren mejoría en su estado de ánimo incluso dos días después de haber iniciado el tratamiento.

Sin embargo, quienes toman fármacos fotosensibilizantes (p.ej., los usados para psoriasis), algunos antibióticos o antipsicóticos, no pueden ser sometidos a esta técnica; es recomendable que la persona sea examinada por un oftalmólogo antes de iniciar el tratamiento.

Cingulotomía

La cingulotomía es una técnica quirúrgica, aún en espera de estudios concluyentes que confirmen su eficacia, que interrumpe el gyrus cíngulo, un manojo de fibras nerviosas de la parte frontal del cerebro, mediante la aplicación de calor o frío.

Una reciente variación de este procedimiento mediante exploración con RM (para guiar al cirujano) produjo una mejoría prolongada en el 53% de pacientes con depresión severa.

El procedimiento habitualmente es seguro, con pocas complicaciones; no afecta el intelecto ni la memoria.

Acupuntura

A pesar de ser una técnica milenaria de amplio uso en todo el orbe, no es del todo aceptada por la comunidad médica.

Sin embargo, un pequeño estudio concluyó que la acupuntura resultó eficaz para mejorar la depresión en un 64% de las mujeres estudiadas, resultado que podría ser comparable a los fármacos o la psicoterapia.

Obviamente estos datos requieren estudios más amplios para ser confirmados.

Deprivación del sueño

Algunas investigaciones han mostrado que los tratamientos que usan la deprivación del sueño, como técnica de rehabilitación, tienen un efecto benéfico en un tercio de los pacientes con depresión.

Los casos que informaron resultados positivos al parecer tienen tasas metabólicas más altas de lo normal en algunas partes de su cerebro, que descienden después de la deprivación de sueño.

Factores dietéticos

Algunas personas describen mejoría de su depresión al ingerir alimentos o suplementos dietéticos que aumentan los niveles de triptófano, un aminoácido implicado en la producción de serotonina.

En algunos países se expenden bebidas energizantes que contienen L-triptófano, pero han sido prohibidas por la FDA debido a la gran cantidad de impurezas que contienen, las cuales han llegado a producir el llamado síndrome de eosinofilia-mialgia, potencialmente mortal en algunas personas. 

Por otra parte, hay evidencias de que los ácidos grasos polinsaturados omega-3, que se encuentran en algunas especies de pescados, pueden atenuar la depresión.

Un estudio clínico realizado en 1999 observó que los pacientes maniaco-depresivos que tomaban cápsulas de ácidos grasos omega-3, junto con litio, experimentaban una remisión más amplia entre episodios depresivos (a corto plazo) que los que tomaban sólo litio.

Otros estudios han observado una relación entre el hábito de consumir bebidas que contienen cafeína y una menor incidencia de suicidio, y concluyen que el café o el té negro pueden ayudar a reducir la depresión a largo plazo. Su recomendación queda a criterio del médico.

Vitaminas y otros suplementos

La cingulotomía es una técnica quirúrgica, aún en espera de estudios concluyentes que confirmen su eficacia, que interrumpe el gyrus cíngulo, un manojo de fibras nerviosas de la parte frontal del cerebro, mediante la aplicación de calor o frío.

Una reciente variación de este procedimiento mediante exploración con RM (para guiar al cirujano) produjo una mejoría prolongada en el 53% de pacientes con depresión severa.

El procedimiento habitualmente es seguro, con pocas complicaciones; no afecta el intelecto ni la memoria.

Ejercicio

El ejercicio ha demostrado ser un coadyuvante muy eficaz en la rehabilitación no sólo de la depresión, sino en gran número de padecimientos mentales y orgánicos.

Su práctica constante es una excelente opción para disminuir la depresión ligera o moderada y, en muchos casos, puede ser tan eficaz como la psicoterapia.

Si las condiciones físicas del paciente lo permiten, se recomienda su práctica durante toda la etapa de rehabilitación.

Un estudio realizado entre personas de la tercera edad, en 1999, encontró que tras 26 semanas, el ejercicio resultó ser tan eficaz como otras opciones terapéuticas (aunque cabe señalar que los medicamentos antidepresivos mejoran la depresión antes de este periodo y se recomienda su uso hasta que el médico lo juzgue conveniente).

Otro artículo describió que los jóvenes y adultos que practican deportes en forma habitual tienen una mayor sensación de bienestar que sus iguales sedentarios -cuanto más vigorosamente se ejercitan, mejor es su salud emocional.

Tanto breves periodos de entrenamiento intenso como prolongados ejercicios aeróbicos pueden elevar la concentración de sustancias químicas cerebrales, como las endorfinas, adrenalina, serotonina y dopamina, las cuales producen la llamada ‘elevación del atleta’.

La actividad física, particularmente la de tipo aeróbico rítmico y los ejercicios de yoga, ayudan a combatir el estrés y la ansiedad.

Hay un factor adicional que debe tomarse en cuenta: la pérdida de peso y el aumento del tono muscular dan una mejor apariencia física al paciente deprimido, lo cual puede fomentar su autoestima.

Apoyo social

Este último apartado puede resultar vital para el pronóstico a largo plazo del paciente deprimido. Una fuerte red de soporte social es importante para la prevención y recuperación de la depresión.

Sin embargo, el apoyo de la familia y amigos ha de ser saludable y positivo; un estudio con mujeres deprimidas demostró que los padres tanto sobreprotectores como muy distantes produjeron una recuperación más lenta en la depresión de sus hijos.

Otros estudios señalan que las personas con creencias religiosas profundas presentan un menor riesgo de sufrir depresión; la fe que muestran estos sujetos ‘protegidos’ no requiere la afiliación a una iglesia organizada –depende del concepto místico que puede tener la persona al respecto.

También se han encontrado influencias positivas en la práctica de técnicas de meditación u otros métodos encaminados a obtener una autorrealización personal.

Todos estos factores también deben ser tomados en cuenta seriamente por el médico tratante.

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